La hipertensión arterial es una de las enfermedades crónicas más comunes en las personas mayores de 65 años, que ha incrementado de manera considerable en los últimos años y que consiste en registrar una elevada presión sanguínea en las arterias de manera constante.
Un estudio de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) apunta que más del 68% de la población de nuestro país se ve afectada por esta enfermedad y este dato podría mayor, ya que, al no presentar síntomas, la mayoría de las personas que padecen hipertensión arterial no lo saben. Además, si se mantiene esta patología durante un tiempo prolongado, puede desembocar en otras enfermedades graves como la arterioesclerosis, las lesiones de retina, enfermedades que afectan a otros órganos o, lo más común, un infarto de miocardio.
Que su aparición aumente a partir de ciertas edades tiene una explicación: a medida que cumplimos años, las paredes arteriales se vuelven más rígidas y dificultan el paso del flujo sanguíneo, lo que implica que el corazón tenga que bombear la sangre con más fuerza. Se considera que una persona padece hipertensión cuando su presión arterial sistólica es igual o mayor a 140 mmHg y su presión arterial diastólica iguala o supera los 90 mmHg.
Para mantener la tensión en unas cifras normales, lo principal y más efectivo es el tratamiento farmacológico, pero desde AYUDANIA te recomendamos una serie de hábitos que pueden ayudar a la hora de prevenir o tratar la hipertensión en las personas de avanzada edad:
- Una alimentación saludable: la eliminación de alimentos procesados de la dieta habitual y la reducción del consumo de sal y azúcar, así como una dieta basada en frutas, pescado azul, frutos secos y verduras ayudará al mejor funcionamiento del corazón y las arterias.
- Realizar actividad física: hay que evitar el sedentarismo. El sobrepeso es uno de los principales factores que pueden conllevar problemas cardiorrespiratorios. Practicar alguna actividad física, aunque sea poco tiempo al día, puede ayudar a reducir las probabilidades de sufrir hipertensión arterial. Antes de comenzar a realizar cualquier actividad, se recomienda consultar con el médico aquellas que no sean contraproducentes, sobre todo si la persona mayor tiene patologías previas.
- Evitar el consumo de alcohol y eliminar el tabaco: el consumo de alcohol y la nicotina pueden hacer aumentar la presión arterial y, con ella, el riesgo de sufrir enfermedades cardiorrespiratorias. Por ello, si además de hipertenso, la persona mayor es fumadora o bebe alcohol con frecuencia, está multiplicando su efecto perjudicial, por lo que lo mejor es eliminar su consumo.
- Controlar la tensión regularmente: si se padece de hipertensión, lo ideal para tenerla controlada es medirla en casa con la ayuda de un tensiómetro, aunque la persona deba acudir con regularidad a su médico para revisar su tratamiento y realizar los ajustes necesarios.
- Disminuir el estrés: el estrés puede causar subidas repentinas de la presión arterial. Cuando una persona se encuentra ante una situación estresante, su cuerpo produce hormonas y estas hacen que su corazón lata más rápido. Por ello, intentar dormir las horas necesarias, realizar actividades como el yoga o la meditación y hacer respiraciones profundas y lentas pueden ayudar a combatir episodios de estrés y reducir la presión arterial.
Debido a que la hipertensión es una de las principales enfermedades que se desarrollan durante la tercera edad, en AYUDANIA estamos muy familiarizados con su tratamiento y con los hábitos que ayudan a estabilizar la presión arterial, adaptándolos a la perfección a nuestra filosofía de brindar los mejores cuidados a los ancianos y dependientes que atendemos en la comodidad de sus hogares. Para ello, nuestro equipo de cuidadores llevará a cabo un seguimiento constante dotando a su vez a las personas mayores de la autonomía que necesitan.
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